La Conferencia Episcopal de Honduras pidió a los políticos acercarse a la realidad del pueblo hondureño para «analizar, proponer y ofrecer alternativas que superen la desigualdad, exclusión y corrupción».
Esta solicitud es uno de los temas destacados en la declaración De Belén a Nazaret, firmada el 22 de diciembre después de la asamblea ordinaria de la conferencia episcopal realizada en Tegucigalpa.
Los obispos recordaron que el 12 de marzo de 2017 se realizarán las elecciones primarias y en noviembre las generales. En ese sentido, exhortaron también a los ciudadanos a asumir «la responsabilidad por el bien común, por informarnos de propuestas y proyectos, por dar seguimiento a su cumplimiento y no dejarnos llevar por ofertas engañosas o por palabras que parecen mágicas».
Asimismo, expresaron su preocupación por «el dolor» que viven muchos hondureños, especialmente los niños, «forzados a emigrar, vulnerables a la explotación y a la violencia durante su camino, mal pagados cuando llegan a su destino, y criminalizados por la arrogancia de aquellos que se aprovechan de su sudor».
Por tal motivo, prometieron «fortalecer» la Pastoral de la Movilidad Humana, para que los niños y adolescentes que emigran «vulnerables y sin voz», reciban «el amor y la cercanía de toda la comunidad».
Según las cifras oficiales expuesta por la agencia vaticana Fides, han sido 10.468 los menores de edad hondureños no acompañados que han logrado cruzar la frontera entre México y los Estados Unidos en 2016.
La cifra es un 93,5% más que los 5.409 llegados a ese país en 2015.