Que el Espíritu Santo visite «los corazones afligidos para reanimarlos» y «los espíritus oscurecidos para iluminarlos». El papa Francisco ha expresado este deseo a los peregrinos de idioma árabe, que participaron a la audiencia general de este miércoles en la plaza de San Pedro.
Después de la catequesis sobre la relación entre la esperanza cristiana y el Espíritu Santo, cuatro días antes de Pentecostés, el Santo Padre ha saludado a los peregrinos venidos desde Irak, Egipto y Oriente Medio.
«No hay vida si no hay esperanza, ni esperanza auténtica sin una confianza sólida en Dios, fuente y destino de toda verdadera esperanza», les dijo.
«Pidamos al Espíritu Santo que nos ayude, en esta solemnidad inminente de Pentecostés, a visitar los corazones afligidos para reanimarlos; a los espíritus oscurecidos para iluminarlos; y de llenar la vida de cada uno de nosotros para transformarnos en antorchas de esperanza y en verdaderos testimonios de su esperanza».
«Que el Señor les bendiga a todos y les proteja del mal», concluyó el Papa hablando en italiano, antes de ser traducido en árabe por su secretario egipcio, monseñor Yoannis Lahzi Gaid.