Este miércoles, al término de la Audiencia General en el Aula Pablo VI, el Papa Francisco disfrutó del espectáculo de los artistas del Golden Circus, de Liana Orfei, a quienes agradeció por acercar a la gente a Dios con el arte circense.
Así, con aplausos el Santo Padre apreció de las acrobacias y otras habilidades expuestas por los miembros del circo.
Entre ellos dos personas vestidas como gigantes osos polares, que bailaron delante del Pontífice.
Al final, el Papa Francisco agradeció al Golden Circus y afirmó que «el arte circense, como la belleza, ¡siempre nos acerca a Dios! Y ustedes, con su trabajo, con su arte, acercan a la gente a Dios. ¡Gracias por lo que hacen!».
Previamente, durante la catequesis, el Santo Padre recordó que en Navidad «podemos ver cómo la historia humana, la que es movida por los potentes de este mundo, es visitada por la historia de Dios».
Sin embargo, denunció que «en nuestro tiempo, especialmente en Europa, asistimos a una especie de ‘desnaturalización’ de la Navidad: en nombre de un falso respeto de quien no es cristiano, que a menudo esconde la voluntad de marginar la fe, se elimina de la fiesta toda referencia al nacimiento de Jesús».
El Pontífice invitó a los fieles a «encontrar la luz verdadera, la de Jesús». «El Hijo de Dios se presenta también hoy a nosotros: como el don de Dios para la humanidad que está inmersa en la noche y en el sopor del cielo», afirmó.