El obispo católico caldeo de Alqosh (Irak), monseñor Mikha Pola Maqdassi, presidió la Misa de inauguración de la iglesia de San Jorge en la aldea de Teleskuf, el primer templo católico de la Llanura de Nínive reconstruido tras la expulsión del Estado Islámico (ISIS) de la zona en octubre de 2016.
La Eucaristía se realizó el 8 de diciembre y fue concelebrada por el P. Salar Boudagh, sacerdote originario de Teleskuf. También asistieron el arzobispo caldeo de Erbil, monseñor Bashar Warda; y el obispo sirio ortodoxo de Mosul, Mar Nicodemo Daoud Matti Sharaf.
«El ISIS pretendía eliminarnos. Sin embargo, el ISIS ha desaparecido y nosotros hemos regresado a Teleskuf. La reapertura de la iglesia es y será un símbolo poderoso para todas las demás aldeas y nos refuerza en nuestro empeño para reconstruirlas», afirmó monseñor Warda en declaraciones a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
En información enviada a ACI Prensa, ACN indicó que la iglesia de San Jorge fue dañada y saqueada por los terroristas. Para reconstruir el templo se reunieron 100 mil euros. La organización de ayuda francesa SOS Chrétiens d'Orient también colaboró con esta obra.
«Me conmueve que la iglesia de San Jorge no sólo haya vuelto a abrirse, sino que lo haga con más belleza y más gloria que antes. Así es la providencia de Dios», expresó monseñor Warda a ACN.
Monseñor Warda agradeció a quienes donaron los fondos necesarios. «Gracias a ustedes se vuelve a alabar a Dios y la presencia cristiana podrá ser preservada aquí», expresó.
La fundación pontificia señaló que antes de la llegada del Estado Islámico a la Llanura de Nínive a mediados de 2014, vivían en Teleskuf cerca de 1.500 familias.
Monseñor Warda precisó que actualmente «dos tercios de la población ya ha regresado, así que se necesitaba una señal clara de que la Iglesia también reiniciaba sus actividades».
El pasado 18 de febrero el Patriarca católico caldeo de Bagdad, monseñor Louis Sako, celebró la primera Misa en la iglesia de San Jorge, que en ese entonces aún no estaba reconstruida, después de dos años y medio de la ocupación del ISIS.
En esa ocasión monseñor Sako también bendijo la gran cruz que fue colocada en una colina como signo de victoria de la fe cristiana contra la oscuridad de los yihadistas.
ACN informó que hasta el mes de noviembre han regresado unas 6.330 familias a la Llanura de Nínive.
Además de los proyectos para reconstruir las casas cristianas dañadas por los terroristas, la fundación pontificia indicó a ACI Prensa que desea colaborar con la restauración de una iglesia sirio católica y otra ortodoxa en la zona.