La encíclica del papa Francisco Laudato si, fue traducida en lengua tagalo. El texto fue presentado recientemente en la Feria Internacional del Libro en Manila, responde al pedido de la Conferencia Episcopal de Filipinas (CBCP) de estudiar, reflexionar y poner en acto el mensaje del Papa. El autor de la traducción, Leo R. Ocampo, usó la versión española del texto y la adaptó a la lengua oficial tagalo. La Editorial Claretiana fue la responsable de la publicación.
El cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila y presidente de Cáritas Internacional, declaró: “Si bien el documento no tiene la pretensión de resolver problemas científicos, por otro lado, ofrece un análisis pastoral, un pedido sustentado por la Biblia, por la doctrina social de la Iglesia, por los pronunciamientos de los pontífices y una interpretación de las condiciones ecológicas en las que nos encontramos para enfrentarlas hoy”.
Por su parte monseñor Sócrates Villegas, presidente de la CBCP, agregó que “la Laudato si nos enseña que el meollo de la cuestión del cambio climático es la justicia”.
Algunas iniciativas
La parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles de Atimonan (en la provincia centro-septentrional de Quezón) quiso poner en práctica la invitación al cuidado de la “casa común” que hace la encíclica del papa Francisco e instaló paneles solares en el techo del templo, para disminuir el consumo de energía eléctrica y explotar la energía solar.
El párroco, padre Emmanuel Villareal, durante el encendido de los paneles solares declaró: “Haciendo pequeños pasos hacia una “iglesia verde”, damos un importante mensaje: pasar a la energía renovable es posible y nosotros comenzamos por nuestra comunidad”.
La planta de 5 Kw aprovecha la energía producida por el sol y estará en condiciones de satisfacer el 50% de lo que necesitamos en la parroquia, con un ahorro mensual de unos 12 mil pesos filipinos (unos 230 euros).
Asimismo la parroquia, de la diócesis de Lucena, está tomando parte en una campaña contra la construcción de una planta eléctrica alimentada por carbón de 1.200 megavoltios en el pueblo de Villa Ibaba, cerca de la ciudad de Atimonan. Cáritas Filipinas también está apoyando estas acciones del clero de Lucena.