Ante el ataque terrorista perpetrado el viernes 29 de diciembre contra la iglesia copta de Mar Mina en El Cairo (Egipto), el obispo emérito copto católico de Guiza, monseñor Anba Antonios Aziz Mina, advirtió del riesgo de «acostumbrarnos a los atentados y que nuestro corazón se convierta en uno de piedra».
«Desafortunadamente para nosotros los muertos corren el riesgo de convertirse en números. Corremos el riesgo de acostumbrarnos a los atentados y que nuestro corazón se convierta en uno de piedra», señaló en declaraciones a la agencia vaticana Fides.
«Ya no pensamos más en las vidas que están detrás de los números, de cuánta tristeza entra en aquellas casas, arruinando la serenidad de las familias en los días de fiesta», añadió monseñor Aziz Mina.
El prelado dijo que «no es verdad que los terroristas realizan atentados para espantar a los turistas: ellos quieren borrar nuestra sonrisa. Quieren que todos vivamos en la tristeza. Por esa razón, ahora, cuidar nuestros corazones y revivir nuestra alegría es un milagro que solo Jesús lo puede hacer».
Monseñor Aziz Mina indicó que «parece haberse comprobado la muerte de un policía, de seis civiles y de uno de los dos atacantes. El otro fue herido y llevado a un hospital. Habría al menos otros cuatro heridos».
El Ministerio del Interior de Egipto informó que este viernes los atacantes trataron de ingresar a la iglesia de Mar Mina con armas de fuego y explosivos. Sin embargo, ante la presencia de guardias de seguridad, los terroristas decidieron abrir fuego.
Fides aseguró que este «enésimo atentado contra una iglesia copta» ocurrió en los días previos a la celebración copta de la vigilia de Año Nuevo y de la Navidad, que ellos realizarán en la noche del 6 al 7 de enero.
Se prevé que la celebración de Navidad tendrá lugar en la nueva catedral copta que se está construyendo en la nueva capital administrativa egipcia. Se espera la asistencia del Presidente de Egipto, Abdelfatah Al-Sisi.
El pasado mes de abril, durante la celebración del Domingo de Ramos, tuvo lugar el atentado más mortífero contra dos iglesias coptas en Egipto, que dejó cerca de 40 muertos.