Cientos de personas quisieron orar y dar el último adiós al sacerdote Gabriele Amorth, el exorcista de la diócesis de Roma conocido en todo el mundo que falleció el viernes 16 de septiembre a los 91 años de edad.
La Misa de exequias se celebró en el Santuario Santa María de los Apóstoles, en las cercanías de la basílica papal San Pablo Extramuros y a unos 40 minutos del Vaticano.
El funeral fue presidido por monseñor. Paolo Lojudice, obispo auxiliar de Roma, y contó con la presencia de numerosos sacerdotes de la Sociedad de San Pablo, a la que pertenecía el exorcista. Algunos de los presbíteros presentes también ejercen esta misma tarea en Roma.
La celebración se desarrolló con una enorme solemnidad en la que un coro de varias personas se encargó de los cantos.
«Acompañaba con gran humildad, fe, generosidad y caridad a aquellos que eran atormentados por el maligno» y «los animaba en el duro camino de la liberación», afirmó un sacerdote de la Asociación Internacional de Exorcistas durante las exequias.
«Era admirable su capacidad de crear un ambiente sereno durante los exorcismos, comunicando calma a todos», dijo también.
«En 1991 Gabriele Amorth reunía por primera vez un grupo de exorcistas italianos, algunos de ellos están hoy presentes aquí, exorcistas de todo el mundo están especialmente agradecidos a don Gabriele por todo aquello que ha hecho al volver a proponer y revalorizar en la Iglesia el misterio del exorcismo».
«Su tenaz y apasionada obra de sensibilización del clero y en el pueblo de Dios muestra la importancia pastoral de este ministerio que ha culminado felizmente el 13 de junio de 2014 con la aprobación y el reconocimiento oficial de la Santa Sede, la Congregación por el Clero, de los estatutos de la Asociación Internacional de los Exorcistas que don Gabriele había fundado 3 años después de haberse encontrado con los primeros exorcistas italianos», recordó.
Con este reconocimiento, «la Iglesia confirmó su materna solicitud ante los sacerdotes que desarrollan este delicado ministerio pastoral, sea a aquellos que sufren y tienen necesidad».