Precisamente cuando en Italia se iba a estrenar la última película de Martin Scorsese, Silencio, basada en la novela homónima de Shusaku Endo, se encontraba en un archivo cinematográfico una película olvidada con una trama similar.
La película ha sido encontrada en el Archivo Audiovisual de la Congregación Salesiana y tiene como título Los 26 mártires de Japón. Se trata de una película muda, dirigida en 1931 por Tomiyasu Ikeda. La ambientación es anterior a la de Silencio, los lugares, los mismos, y hay coincidencias en cuanto a fotografía y escenas como la de la crucifixión de los 26 mártires japoneses: 6 franciscanos, 3 jesuitas y 17 laicos, entre ellos 4 niños.
La película fue producida por el estudio japonés Nikkatsu, gracias a la financiación de una gran personalidad del mundo católico japonés de la época, Masaju Hirajama, abuelo de Takaaki Hirayama, que se convertiría en obispo de Oita.
La trama está ambientada en 1597, y cuenta el fin de la experiencia de la primera evangelización en Japón, iniciada por San Francisco Javier en 1549. La película comienza con el desembarco en Japón del franciscano español Pedro Bautista, enviado por el gobernador de las Filipinas, y se cierra – tras la decisión del gobierno japonés de poner fin a las conversiones y perseguir a los católicos – con el martirio final de los 26 religiosos y laicos. Entre los actores destaca Ysuzu Yamada, una actriz que participaría después en varias películas del conocido director japonés Akira Kurosawa.
La película se distribuyó en Italia por las Misiones de Don Bosco en los primeros años treinta, con una partitura musical para acompañar su «mutismo» de un compositor salesiano, don Alessandro De Bonis.
Los 26 mártires de Japón se presentaba, ya digitalizada, este lunes en el Vaticano, coincidiendo con la memoria de San Pablo Miki y compañeros mártires. El Prefecto de la Secretaría para la Comunicación del Vaticano, monseñor Dario Edoardo Viganò, señalaba que se trata de «un documento importante sobre el uso del cine por parte de los misioneros como instrumento de documentación y de evangelización».