Monseñor Fabio Suescún Mutis, obispo castrense y responsable del Comité de preparación para el viaje del Papa Francisco a Colombia, destacó el mensaje de calma del Santo Padre tras el golpe que recibió a bordo del papamóvil durante su visita a Cartagena: «Yo no estoy preocupado».
Al recorrer las calles de Cartagena el 10 de septiembre, en el último día de su viaje apostólico a Colombia, el Papa Francisco se golpeó en el rostro a bordo del papamóvil. Minutos más tarde, el Santo Padre bromeaba sobre el incidente, diciendo que «me dieron un puñetazo».
«Cuando el Papa sufrió ese golpe en la cabeza en el papamóvil», recordó monseñor Suescún a ACI Prensa, «al comenzar la Misa yo me le acerqué y le dije ‘Santo Padre estoy muy preocupado’».
«Se entendía que estaba muy preocupado por su herida, que era muy pequeña ciertamente pero de todos modos había sido un golpe. Y el Santo Padre me respondió: ‘yo no estoy preocupado’».
«Y ahí noté una voz de tranquilidad, él estaba con todo el entusiasmo y con toda la alegría y ese pequeño golpe no le impidió la alegría y el entusiasmo que llevaba consigo», destacó.
Para monseñor Suescún, el viaje del Papa a Colombia del 6 al 10 de septiembre deja «un balance muy positivo, consideramos que esta visita del Santo Padre ha sido una bendición, un regalo muy especial».
«Podríamos decir con las palabras de la Escritura: el Señor ha estado generoso con nosotros y nosotros estamos alegres», destacó.
«Nos hemos sentido felices con el Papa. El Papa ha sido feliz con nosotros y la semilla que ha dejado es muy abundante y el sentimiento de esperanza y de tranquilidad en los colombianos es muy grande», añadió.
El Prelado destacó la «conexión entre la gente y el Papa. El Papa tocó el corazón de los colombianos, y los colombianos llegaron al corazón del Santo Padre».
«Mucha juventud entusiasmada con el Papa y el Papa también con el corazón dispuesto. Y se estableció entonces una relación muy cercana de una gran confianza y especialmente de un gran cariño», aseguró.